El propósito de Samsung para el 2012: que la batería de sus smartphones tengan más autonomía

Está muy claro que el mayor problema de los teléfonos inteligentes en general es la batería. Últimamente los fabricantes parecieran que están en una carrera por tener la mejor pantalla, el mejor procesador e incluir todas las opciones de conectividad disponibles, no digo que eso esté mal, de hecho me parece buenísimo que busquen lo mejor para el cliente, pero han dejado algo muy importante de lado: La autonomía del gadget de turno.

Samsung quiere tomar la batuta en este sentido, si quieren ser los número uno vendiendo teléfonos y quitarle ese título a Nokia, entonces deben hacerlo bien, deben aportar algo nuevo y justamente ese es su propósito para este año.

Lo que Samsung quiere lograr, es que sus teléfonos inteligentes puedan ser usados todo el día, desde que te levantas hasta que regresas a tu casa sin tener que cargarlo una sola vez, eso va a ser algo complicado y sin duda un gran reto para los coreanos, pero ya podemos ver un ligero de avance de esto con sus Galaxy Note, pero es evidente que por el tamaño de dispositivo, puede hacer gala de una batería más grande.

Para lograr superar este inconveniente, los coreanos no tendrán ni un remordimiento a nivel estético ya que en caso de ser necesario añadirán baterías más grandes y optimizarán la forma en que los teléfonos usan las redes WiFi, 3G y 4G. Esos serán los dos frentes que Samsung atacará primero en su batalla por mejorar la autonomía de sus dispositivos.
Motorola también pone de su parte

Samsung no es la única que busca deshacerse de este problema muy común para todos los fabricantes y usuarios de teléfonos inteligentes. Al parecer Motorola también está en búsqueda del Santo Grial de los terminales móviles: Tener más autonomía.

Motorola Mobility presentó en el CES 2012 el rechoncho hermano del RAZR, el Droid RAZR Maxx, que goza de una gran batería de 3300 mAh y eso se traduce en una mayor independencia del tomacorrientes.

Personalmente, espero que este sea el año en que los fabricantes dejen un poco de lado lo estético y se esfuercen primero en darle las mejores características y usabilidad posible a los usuarios, para después poder sentarse en la mesa de diseño y poder crear algo estéticamente agradable pero con una autonomía y hardware espectacular.