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24 de junio de 2013

Mi semana con BlackBerry Q10 tras no haber usado nunca BlackBerry

Lo confieso. Hasta el 29 de enero de 2013, BlackBerry no me atrajo lo más mínimo. Todas las veces que probaba sus dispositivos, fueran de la línea Curve, Torch o Bold, me parecían pobres, aburridos, poco funcionales. Orientados a un público muy excesivo, especialmente el corporativo, y sobre todo el de quien prefería mantenerse en los teclados físicos QWERTY en lugar de la tendencia mayoritaria que iba pasándose a las pantallas táctiles. Sencillamente, BlackBerry no me atraía lo más mínimo.

El 30 de enero de 2013, BlackBerry culminó su proceso de reinvención con la presentación de BlackBerry 10, su nuevo sistema operativo para una nueva gama de productos. Y ahí fue donde me empezó a interesar BlackBerry, al menos para probarlos y comprobar su evolución. El más rompedor, BlackBerry Z10, por su diseño en barra, su pantalla táctil de 4,2 pulgadas y la ausencia de teclado físico. El otro suponía la evolución de Torch, gama alta sin renunciar al teclado QWERTY. Y ese modelo ha sido el que he llevado durante los últimos diez días, de forma más intensiva en los últimos siete: BlackBerry Q10. No voy a descubrir nada nuevo que no tratáramos en nuestro análisis a fondo, pero sí la experiencia de quien nunca antes usó BlackBerry.

Sistema operativo

No cuesta nada acostumbrarse a él. Es simple a la vez que completo. Tiene el 'fallo' de que sus gestos no son nada intuitivos para quien no los conoce, y el sistema se basa en ellos. Pero una vez se aprenden los gestos, no se quiere volver a usar ningún botón en otros terminales, ni físicos ni capactivios. Me ocurre volviendo al HTC One, me parece casi molesto tener que volver a pulsar en una zona determinada para ir al escritorio o volver atrás. Más aún si manejo un iPhone, un Samsung Galaxy S4, etc, el botón físico es todavía más molesto, y realmente pienso que veremos cómo desaparecen progresivamente para ser sustituidos por gestos.

El mayor problema del sistema operativo está clarísimo: la ausencia de multitud de aplicaciones. Algunas que uso en mi día a día de forma obligatoria no están. Desde aplicaciones más casuales como Instagram o Pocket, hasta otras herramientas laborales que realmente necesito: Trello, Hootsuite, o Google Analytics. Ni hablemos de alguna otra imprescindible como Spotify. A pesar de sus esfuerzos, es difícil encontrar las aplicaciones que queremos, y ni siquiera hay buenas alternativas, salvo honrosas excepciones como Blaq, un cliente de Twitter realmente bueno.

Sobre la experiencia de usuario, he de decir que prácticamente no tiene más lagunas que la carencia de aplicaciones. Está muy bien pensado en muchos de sus rincones, y merece un lugar aparte su magnífico hub como centro de notificaciones, realmente interesante y que se activa con un gesto en forma de curva de abajo hacia la izquierda. Por lo demás, funciona de forma muy fluida, sin lags ni cierres inesperados.

El terminal

El BlackBerry Q10 tiene otro aspecto sorprendente: es adictivo de usar, constantemente tengo el impulso de manejarlo, de interactuar con él para consultar las redes sociales, el hub, etc. Consecuencia de su fluidez y lo inteligente de sus gestos. Además, viniendo de usar terminales con pantallas de 4,7 o 5 pulgadas, agradezco enormemente lo manejable que es. Con el pulgar podemos manejar toda su pantalla de forma sobrada.

Por lo que respecta al teclado, soy partidario de los teclados en pantalla táctil desde que apareció el primero decente con el primer iPhone. No me hace particular ilusión pasar a uno físico, pero tampoco se ha convertido en un gran problema, y con cierta práctica se llega a escribir con mucha soltura. Otros aspectos como la cámara me han sorprendido, los resultados son mejores de lo esperado, sobre todo comparados con terminales anteriors de BlackBerry.

¿Como principal smartphone?

Aquí es donde tras todo lo positivo dicho, llega la pregunta clave: ¿usarías la BlackBerry Q10 como tu principal smartphone? No. La carencia de aplicaciones es demasiado notable, y ciertamente para casos de uso muy intensivos necesitará de otro smartphone (en mi opinión, iOS o Android) que lo complemente, como es mi caso, aunque esta opción no estará disponible para muchas personas; no todo el mundo quiere y/o puede llevar dos smartphones para su día a día.

El otro aspecto que me frena para usarlo como primer terminal es su pantalla 1:1 de 3,1 pulgadas y de 720 x 720. La experiencia de usuario se rebaja bastante para ver vídeos o prácticamente cualquier tipo de contenido. Para consultar redes sociales hay que hacer scroll constante, así como para navegar por páginas web. Aunque su navegador es tremendamente rápido y eficaz, pierde puntos si experiencia navegando está lejos de ser óptima dado lo reducido de su pantalla.

Si no necesitas demasiadas aplicaciones, o te bastan con las que incluye BlackBerry 10 o están en BlackBerry World, el BlackBerry Q10 es un gran smartphone para ti. También si tienes interés en seguir usando un teclado físico, o sobre todo si ya eres un entusiasta de la plataforma BlackBerry desde versiones anteriores. En ese sentido, BlackBerry 10 mantiene la esencia de sus orígenes pero va mucho más allá e introduce novedades muy buenas (Hub, gestos táctiles, multitarea...), además de una cámara mucho más que aceptable (no tanto con poca luz). Por mi parte, el BlackBerry Q10 me ha convencido, pero no como smartphone principal ni único. Si sigue el camino ascendente y los desarrolladores van llevando a él sus aplicaciones, habrá que volver a planteárselo, pero en ese caso luce demasiado interesante.

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